martes, 24 de abril de 2012

El hombre.cap6




Entonces vi a Erik lanzarse al agua y cogerme intentado defenderme de las manos, yo lo miraba mientras mis ojos se cerraban. Erik luchaba para protegerme mientras que los demás gritaban desde lejos. Las manos tiraban de mi hacia el fondo y Erik hacia arriba, en un descuido perdí su mano y caí hacia abajo dejándome engullir por el fango. Agobiada y sin poder respirar vi como Erik intentaba bucear hacia mí y entonces cerré lo ojos. Al poco note que las manos se separaban de mi y que volvía la superficie.
-Por fin te despiertas dormilona.-Veo a Erik sentado en una silla al lado mía. Yo estaba en una cama muy cómoda y calentita. Detrás de el estaban Bell y los demás dormidos en unos sillones.
-¿Que ha pasado?-Dije, mi voz sonaba ronca.
Erik me conto que cuando caí al agua y cuando ya creía que el no me podía salvar apareció un hombre de aspecto extraño y le tiro a Erik una pistola. Este la agarro y disparo hacia las manos que me aprisionaban. Entonces me cogió y me saco de allí todo lo rápido que pudo mientras que se escuchaban los chillidos de esas criaturas de dolor. Cuando salimos en la orilla nos esperaba un hombre humano algo mayor para que hubiera sido metido en los almacenes.
-Valla pequeña ya estas despierta, tomate esto.-El hombre se acerco ami y me dio una gran taza de colacao caliente.
Se sentó al lado mía y me explico que él venía también en los grandes bancos de niños. Pero que al ser más mayor se despertó antes y esas criaturas lo cogieron para hacer experimentos. Por suerte en uno de ellos se logró escapar y ahora vive en las alcantarillas con lo que puede. También me conto que tiene un disfraz para hacerse pasar por la criaturas esas e i a comprar fuera para mantenerse vivo. Su sonrisa me daba calma y confianza.
-¡Prim ya estas despierta!-Los chicos que dormían se acercaron corriendo al verme bien.
-Mejor dejarla que está cansada...-Les dijo Erik.
-No déjalos-Le conteste sonriendo.
-Bueno os dejo tenéis mucho de que hablar.-El hombre cogió mi tasa y se marcho con una sonrisa.
Los chicos se acercaron y me abrazaron mientras me contaban una y otra vez lo que había pasado con aquel hombre y el cómo Erik me había salvado.
-Me voy a levantar para darle las gracias.-
-NO PRIM, NO-me grito Luis.
En cuanto hice el esfuerzo para levantarme caí al suelo y vi mis piernas totalmente vendadas aunque sabía que las podía mover por que las sentía. Luis me levanto del suelo y me volvió a colocar en la cama. Me dijo que las manos me habían echo grandes daños en la piernas y que me habían dado tranquilizantes para que no me dolieran mientras me curaba. El hombre se acerco de nuevo.
-Se podéis quedar aquí mientras vuestra amiga se recupera, me viene bien alguna compañía humana.-El hombre nos sonreía alegremente.
-Pero si todavía no sabemos ni como se llama.-Le dijo Bell con cara de desconfianza.
-oh!perdona pequeña, que despistado soy. Me llamo Dinosio.Pero me podéis llamar Dino chicos.-Dino sonrió a Bell y esta le sonrió tambien, su desconfianza había desaparecido.
Durante unos días estuvimos en casa de Dino,cada día que pasaba me alegraba mas de estar alli.Los chicos se reían con él y cuando veía que estaba sola por qué no me podía levantar se venían junto a mi cama y jugábamos a juegos de mesa. Las comidas eran geniales y a veces Alma cocinaba una pasta Italiana deliciosa. Un día Luis y Erik intentaron cocinar para mí y se pusieron un delantal cada uno, la comida ese día fue una especie de pasta amontonada negra y verde, desde ahí no quedo claro que no saben cocinar.
Cada mañana Dino se levantaba muy temprano y se vestía de criatura para salir a trabajar. El trabajaba en vendiendo en una tienda de antiguidedades así es como no explico que tuviera camas y cosas del pasado.
Un día Dino vino con 3 trajes como el suyo de criatura.
-¿Chicos quien se viene al mercado conmigo?-Nos decía sonriendo.
Todos levantamos la mano aunque yo me acorde que no podía ir a causa de mis piernas. Al final decidieron ir Luis, Alma y Bell. Erik me dijo que se quedaría conmigo porque no había trajes suficientes.
Cuando se fueron Erik hizo la cena y puso la radio. En ella sonaba una canción preciosa.
"Why can´t I"
-¿bailamos?-Erik me sonreía y me cogió de la mano.
-No puedo...-
-si si puedes.-
-no a no ser que venga un super héroe y haga que me pueda levantar.-
-¿Why can´t I?¿y por qué no yo?-
Erik me agarro de la mano y poco a poco hizo que me levantase cuando estaba de de pié perdí el control de mis piernas un momento y casi me caigo pero él me cogió de nuevo y me dijo.
-Yo seré tu super héroe ¿Que me dices?-
Entonces monto mis pies sobre sus pies. Me agarro fuerte y me abrazo a él. Tenía la cabeza sobre su pecho y podía escuchar el latido de su corazones me ocurrió levantar la mirada y los dos nos quedamos mirándonos con las caras muy cerca mientras bailábamos al ritmo de la música.
-¿Por qué te tiraste sabiendo lo peligroso que era?-Le dije bajito.
-Para salvarte.-
-No lo hagas más, no me gustaría que te pasara algo malo por mi culpa.-
-Lo peor que me puede pasar es que te pasara ati, entonces si que no sabría que hacer...-
Entonces la canción de la radio se cambio y Erik me volvió a abrazar.
-¿Te acuerdas cuando llegamos al almacén?-Me dijo Erik en  voz baja al oído.
- Sí, lo recuerdo. Recuerdo absolutamente todo. ¿Como podría olvidarlo?-
 -Las cosas han cambiado, ya nada es igual a como era cuando esto empezó.-
-Demasiado tal vez...-
-Antes pensaba que todo era una pesadilla, ahora creo que es lo mejor que me ha pasado...-
-¿Y eso?-
-Veras es que...-
Derrempe la puerta de la casa se abrió  la canción dejo de sonar.
-TENEMOS PROBLEMAS CHICOS.-Se escuchó la voz de Luis.

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